La traducción de la traducción

Anoche iba por la calle para ir a mi piso y un hombre me advirtió que tuviera cuidado al cruzar la calle porque aunque el semáforo estuviera en verde, muchos coches no se dan cuenta y podrían atropellarme. Acto seguido me preguntó qué estudiaba y yo le contesté; después, sorprendido me dio las gracias: "los traductores sois capaces de conectar a las personas. Gracias por comunicarnos con los demás". Luego se despidió y se marchó y yo me quedé más sorprendida que él. 

A lo largo de mi carrera, pero sobre todo en esta semana de vacaciones de Pascua, me he preguntado  sobre el acto de traducir, en especial sobre por qué es tan difícil definir la traducción, un proceso que en realidad realizamos todos. 



En Lingüística aprendimos que todo el mundo traduce en algún momento de su vida: cuando un bebé dice algo y no le entendemos, cuando alguien nos comenta algo muy difícil de comprender y lo tenemos que explicar a otras personas... Pero este proceso de traducción vertical es más bien de simplificación: lo que hacemos es cambiar las palabras que ha dicho el otro, manteniendo el sentido para que el destinatario lo entienda. A mi parecer la traducción horizontal (de un idioma a otro) es más complicada, pues es una perfección de la labor natural existente en todos los humanos.

Lo que sí está claro es que no basta con saber dos idiomas para ser un buen traductor, porque es necesario conocer los dos sistemas de lengua-cultura (el del texto original y el de la traducción). Y por eso los traductores automáticos están lejos de triunfar, porque les falta "eso" (llámese intuición, cultura o "es que no me suena bien así") que tanto una persona no experta como un programa informático no pueden solucionar.



¿Será un juego de palabras?


Otro problema que he percibido a la hora de definir qué es la traducción, es la invisibilidad de éste: si un traductor es bueno, nadie notará su presencia y esto a la vez hace que las personas no se den cuenta de la labor tan imprescindible que realizamos. Es muy difícil definir un concepto si no se es consciente de su existencia, ¿verdad?




Pero esto me lleva a otra pregunta: ¿por qué es tan complicado para mí dar una explicación si yo conozco el método? Creo que cuando tenemos un procedimiento tan arraigado en nuestro interior, tanto que lo hacemos de una manera casi mecánica, es muy difícil explicar su funcionamiento. Entonces, ¿sería un niño capaz de describir qué es la traducción, ya que tiene menos experiencia del mundo que los adultos? A menudo los niños nos sorprenden con su visión tan simple pero interesante de las cosas que nos rodean...

En mis apuntes tengo varias descripciones de la traducción, pero de momento me quedo con esta: "Traducir es llevar contenidos de un dominio a otro, pero este viaje tiene lugar en la mente del traductor". Sabemos que traducir no es pasar simultáneamente de un idioma a otro, que no es como cambiarse de chaqueta. Que además de palabras damos a conocer culturas, que si no fueran conocidas por el traductor, no podrían transmitirse bien a las demás personas. Pero es mucho más que todo eso...



Yo seguiré con mi reflexión para ver si llego a la traducción de la traducción... Pero os dejo con un vídeo del programa de la UNED del viernes pasado que emitieron por La 2, que trata sobre la importancia de la traducción. Me ha parecido curioso cuando ponen el ejemplo de Silicon Valley, donde se especializaron tanto en ciencias que después, cuando en una misma empresa querían comunicarse entre las distintas secciones les era imposible y tuvieron que contratar a personal con formación en Humanidades para hacerlo.
También me gusta cómo han sabido complementar la traducción con la tecnología creando así proyectos como IVITRA o la revista E-Humanista.


Y para vosotros, ¿qué es la traducción?

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